Tratamiento de agua de piscina: cómo limpiar con productos químicos de forma efectiva
El tratamiento de agua de piscina no solo implica retirar hojas o suciedad visible. Para mantener el agua limpia, segura y transparente, es necesario aplicar productos químicos que garanticen un equilibrio correcto.
Sin una desinfección adecuada, una piscina puede convertirse en un entorno perfecto para bacterias, hongos y algas.
Muchas personas desconocen cómo aplicar correctamente estos productos. Por ejemplo, no saben si pueden usar lejía, cuándo usar alguicidas o cómo corregir problemas como el agua verde o el pH inestable.
En este artículo te explicamos paso a paso cómo llevar a cabo un tratamiento químico eficaz, tanto si usas cloro como si prefieres una piscina sin cloro o con alternativas.

Piscina sin cloro: alternativas de limpieza química
Una piscina sin cloro es una opción válida para quienes buscan métodos menos agresivos o tienen sensibilidad al cloro tradicional. Hoy en día existen múltiples alternativas para desinfectar sin comprometer la salud ni el confort.
Entre las opciones más utilizadas destacan:
- Oxígeno activo en forma líquida o en pastillas.
- Peróxido de hidrógeno (agua oxigenada de alta concentración).
- Sistemas con ionización de cobre y plata.
- Radiación UV o generadores de ozono.
Estos métodos permiten mantener el agua desinfectada sin generar subproductos como cloraminas, responsables del típico olor a cloro. Aunque requieren una inversión inicial mayor, su mantenimiento químico es menos agresivo.
Productos químicos para piscinas: qué usar y cómo aplicarlo
Los productos químicos para piscinas cumplen funciones específicas: desinfectar, evitar algas, mantener el pH equilibrado y clarificar el agua. Un error común es creer que solo con cloro es suficiente.
Cloro y sustitutos
El cloro es el más utilizado por su eficacia y bajo costo. Puede encontrarse en forma líquida, tabletas, granulado o incluso en presentaciones de liberación lenta. Para quienes no desean usar cloro, hay alternativas efectivas como el bromo o el oxígeno activo.
Cloro tabletas 250 gramos disolución lenta alta calidad
El cloro tabletas 250 gramos disolución lenta es una solución ideal para mantener el agua de la piscina desinfectada de manera constante. Su fórmula sólida y estabilizada permite una liberación progresiva, lo que lo convierte en una opción efectiva y de bajo mantenimiento.
Está especialmente diseñado para piscinas con revestimientos de gresite y no es apto para aquellas con liner, vinilo o poliéster. Fabricado en España, este producto ofrece una opción fiable para quienes buscan un tratamiento duradero y de calidad para su piscina.
Alguicidas
Evitan y combaten el crecimiento de algas. Aunque el desinfectante elimina bacterias, no siempre es suficiente para prevenir algas, sobre todo si la piscina está expuesta al sol o sin mantenimiento prolongado.
Antialgas de choque concentrado para eliminación rápida
El antialgas de choque concentrado es ideal para eliminar algas verdes, marrones, rojas, amarillas o negras en piscinas de forma inmediata. Su fórmula está diseñada como tratamiento de choque, eliminando algas existentes sin requerir mantenimiento posterior.
Debe aplicarse según la dosis indicada en el envase, dependiendo del tipo y cantidad de algas presentes. Está recomendado solo para piscinas de gresite o material cerámico, ya que puede provocar decoloraciones si entra en contacto con liner, vinilo o superficies pintadas. Fabricado en España, garantiza eficacia rápida y controlada.
Reguladores de pH
Saber por qué baja el pH de la piscina es clave para aplicar el producto correcto. La lluvia ácida, el uso excesivo de productos ácidos o la falta de renovación del agua pueden hacer que el pH de la piscina descienda por debajo del valor recomendado (7.2 - 7.6). Un pH muy bajo vuelve el agua corrosiva; uno muy alto, la hace turbia y reduce la efectividad del cloro.
Floculantes y clarificadores
Ayudan a eliminar partículas suspendidas, agrupándolas para que el filtro pueda capturarlas con más facilidad. Su uso no es diario, pero es esencial cuando el agua se vuelve turbia.
Porque mi piscina se pone verde: causas y prevención
Muchos propietarios se preguntan porque mi piscina se pone verde, a pesar de haber limpiado las impurezas visibles. El agua verde suele deberse a la proliferación de algas, y su presencia indica un desequilibrio químico.
Las causas más frecuentes son:
- Ausencia de desinfectante.
- Filtración insuficiente.
- Presencia de fosfatos o materia orgánica sin tratar.
- pH desajustado.
La solución implica realizar una cloración de choque (o con oxígeno activo en caso de piscina sin cloro), cepillar todas las superficies y aplicar un alguicida potente. Una vez recuperada la claridad, debe mantenerse un plan semanal de tratamiento de agua de piscina.
Tratamiento agua piscina: parámetros que debes controlar
El correcto tratamiento agua piscina implica medir y ajustar regularmente estos parámetros:
- pH: ideal entre 7.2 y 7.6.
- Cloro libre: entre 1 y 3 ppm.
- Alcalinidad total: entre 80 y 120 ppm.
- Dureza cálcica: entre 200 y 400 ppm.
- Nivel de estabilizante (ácido cianúrico): entre 30 y 50 ppm.
Si alguno de estos parámetros se desvía, el resto del tratamiento pierde efectividad, y pueden aparecer problemas como turbidez, irritación en los ojos o crecimiento de algas.
Piscina sin mantenimiento: qué ocurre cuando no se trata el agua
Una piscina sin mantenimiento se convierte rápidamente en un problema mayor. Cuando no se aplica ningún tipo de tratamiento químico, el agua se contamina con microorganismos, se vuelve opaca y se tiñe de verde o marrón.
Los efectos visibles incluyen:
- Algas en paredes y fondo.
- Mal olor.
- Formación de espuma.
- Incrustaciones minerales.
Pero también hay efectos invisibles, como la presencia de bacterias como E. coli o pseudomonas. Restaurar una piscina en estas condiciones requiere una limpieza completa del sistema de filtrado, múltiples tratamientos de choque y días de filtración continua.
Químico para piscina: cómo usar la lejía correctamente
El uso de lejía como químico para piscina es una práctica común para quienes buscan una opción económica. Sin embargo, se debe tener cuidado con su concentración y aplicación.
- Usa lejía sin perfume ni aditivos, con al menos 5% de hipoclorito de sodio.
- Aplícala con la bomba en funcionamiento para distribuirla uniformemente.
- La dosis promedio es de 100 ml por cada 1.000 litros de agua, dependiendo del nivel de cloro residual.
Aunque es efectiva como desinfectante, la lejía no contiene estabilizante, por lo que su efecto desaparece más rápido con la luz solar. Es recomendable combinarla con ácido cianúrico si se va a usar con frecuencia.
Cómo realizar el tratamiento de agua de piscina paso a paso
Aplicar un tratamiento de agua de piscina eficaz no es complicado, pero sí requiere seguir una secuencia clara:
- Analiza el agua: usa un kit o tiras reactivas para medir pH, cloro y alcalinidad.
- Corrige el pH: ajusta con productos específicos si está fuera del rango ideal.
- Desinfecta: aplica cloro, oxígeno activo o lejía según tu preferencia.
- Controla las algas: usa alguicida, sobre todo en verano o tras lluvias.
- Clarifica si es necesario: si el agua está turbia, añade floculante.
- Filtra: mantén el sistema activo al menos 8 horas tras cada tratamiento.
Este proceso debe repetirse semanalmente para mantener la piscina en condiciones óptimas.
Comparación de productos para el tratamiento químico
En la siguiente tabla verás una comparación de productos usados en el tratamiento de agua de piscina, para que elijas el más adecuado según tus necesidades:
Consejos para mantener el equilibrio químico sin complicaciones
Para que el tratamiento agua de piscina sea efectivo durante toda la temporada, ten en cuenta estos consejos prácticos:
- Controla los niveles químicos al menos dos veces por semana.
- Limpia el filtro y revisa el skimmer regularmente.
- No permitas que el nivel del agua baje demasiado.
- Evita bañistas si el cloro supera los 3 ppm.
- Usa una cubierta cuando no se use la piscina.
Estos hábitos reducen el consumo de productos y prolongan la vida útil de tus equipos.
¿Por qué baja el pH de la piscina y cómo solucionarlo?
Si te preguntas por qué baja el pH de la piscina, puede deberse a diversos factores:
- Lluvia ácida que diluye la alcalinidad.
- Uso excesivo de productos ácidos.
- Acumulación de materia orgánica.
Un pH bajo puede causar irritación en los ojos, dañar equipos metálicos y hacer que el agua tenga un sabor metálico. Para corregirlo, se debe usar un incrementador de pH (bicarbonato o carbonato de sodio) y verificar que la alcalinidad esté dentro de los niveles normales.
La clave está en la constancia
El éxito de un buen tratamiento de agua de piscina no está en usar más productos, sino en mantener la constancia y entender el funcionamiento de cada químico.
Si logras ajustar bien el pH, desinfectar con regularidad y evitar la acumulación de nutrientes para las algas, tu piscina estará siempre lista para disfrutarse.
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